El volador de precipicios

2020-10-12 03:04PorWANGZHE
今日中国·西班牙文版 2020年10期

Por WANG ZHE*

MOUSE Labo, un joven de la etnia yi que vive desde pequeño en la aldea de Atulieer, conocida como la “aldea del precipicio”, se gana la vida pastoreando ovejas. Jamás se imaginó que toda su familia viviría en una comunidad de buenas casas al pie de la montaña y que, posteriormente, él se convertiría en uninfluencerque promovería el alivio de la pobreza en su pueblo natal.

Mouse Labo, vestido de traje tradicional, durante una entrevista con los medios de comunicación. Visual.people.cn

La aldea de Atulieer se encuentra en el distrito de Zhaojue, prefectura autónoma de la etnia yi de Liangshan, provincia de Sichuan. Ubicada en el valle del Gran Cañón Gulilada, fue hace 200 años el refugio de quienes huían del conflicto entre tribus. En el lugar circula un dicho: “Quien no ha subido las escaleras de mimbre de la aldea de Atulieer, no llega al valle Gulilada”. En el pasado, la mayoría de los aldeanos vivían a más de 1400 metros de altura, a una distancia vertical de casi un km de la superficie. Algunos incluso residían a 2400 metros.

Hasta 2016, las 17 peligrosas escaleras de bejucos eran el único paso rápido para acceder al exterior. Según los aldeanos, por lo menos diez personas murieron tras caerse de las dos escaleras verticales más cercanas a la aldea, que tenían una longitud de unos 100 metros. Para colmo, debido a que la escuela primaria está al pie de la montaña, los estudiantes tenían que trepar las 17 escaleras de bejucos para ir y volver de la escuela.

La “aldea del precipicio” era una muestra del peligroso ambiente de vida que tenía la etnia yi. El 8 de marzo de 2017, cuando el presidente chino, Xi Jinping, participó en las deliberaciones de la delegación de Sichuan de la quinta sesión del la XII Asamblea Popular Nacional, preguntó a los representantes de la prefectura autónoma de la etnia yi de Liangshan sobre los resultados de las medidas de alivio de la pobreza. Tras conocer el reporte de la “aldea del precipicio”, y sobre todo la manera en que la población local entraba y salía de la zona, Xi se sintió muy preocupado. Han pasado ya algunos años. ¿Cuál es ahora la situación de la aldea?

Aldea de difícil acceso

El distrito de Zhaojue, donde se encuentra la “aldea del precipicio”, fue la capital de la prefectura autónoma de la etnia yi de Liangshan por 27 años y es también el distrito con mayor población de etnia yi de China. Tras partir de Zhaojue, conocido como el corazón de Liangshan, y avanzar al este a lo largo de la carretera nacional 348 y la carretera provincial S307, los caminos se hacen más estrechos y las montañas, más empinadas. Uno tarda unas dos horas para llegar al pie de la montaña Shizi, donde se encuentra la nueva escalera de acero de la “aldea del precipicio”.

Una escalera de acero gris con extremo invisible está fijada en una montaña casi vertical, cual vía férrea extendida hasta el cielo. Cuando se mira hacia abajo después de trepar unos cien escalones, uno puede apreciar el mar de nubes que rodea las montañas, mientras el río Meigu, ondulante, fluye a lo lejos. En ese momento, Mouse Labo y su tío Mouse Wuha se apresuran a descender de la montaña a saludarnos. Mouse Labo, de cabellos rizados, nos dirige un cordial saludo sentado en el pasamanos de la escalera de acero. Lleva un pendiente en su oreja izquierda, representativo de un hombre adulto de la etnia yi, y nos dibuja una sonrisa en su rostro.

“Ningún profesor quería quedarse en la montaña y abandoné la escuela en el cuarto grado. Con poca educación, tenía que pastorear ovejas y trabajar duro. Fui a laborar en la provincia de Guangdong, donde me costó encontrar un puesto y solo ganaba unos 3000 yuanes (445 dólares) al mes a costa de una labor penosa”, recuerda Mouse Labo. “Además, el matrimonio para nosotros era también un tema muy preocupante. Las mujeres de fuera de la aldea no querían casarse con un hombre de la montaña, y a las mujeres locales les costaba casarse con un hombre de afuera”.

Según la costumbre de la etnia yi, cuando los hijos viven independientemente, los padres ya ancianos deben residir junto con el hijo menor. Por este motivo, hace cinco años, Mouse Labo, como hijo menor de la familia, regresó de Guangdong para cuidar de sus padres. La vida no había cambiado mucho de aquella de sus años de infancia. La casa de adobe estaba en mal estado y las vigas comenzaban a podrirse. Aparte de una cama de hierro soldado, no había otro mueble en la casa. No contaba con electricidad ni agua potable, y ni hablar de tener señal de Internet. Cultivar maíz y criar pollos y ovejas era la vida de Mouse Labo. Cuando los pollos y ovejas ya habían crecido lo suficiente, había que atarlos a cuestas para bajar de la montaña y venderlos. A pesar de su destreza, Mouse Labo no lograba llegar a la feria sino hasta el mediodía, incluso partiendo antes de la salida del sol. Los que sabían que Mouse Labo provenía de la “aldea del precipicio”, se aprovechaban y le hacían bajar deliberadamente el precio de sus animales, pues le era imposible volver a la montaña con todos ellos.

Influencer en el comercio electrónico

Afortunadamente, no pasó mucho tiempo para que la “aldea del precipicio” experimentara cambios trascendentales. Con la construcción de la escalera de acero en 2016, se extendieron también cables eléctricos y de comunicación. La población cuenta ya con el servicio de agua potable y el suministro estable de electricidad, así como una cobertura completa de la red 4G. Los celulares inteligentes se han masificado y ahora se utilizan drones para la distribución de medicamentos a dos enfermerías en la montaña, lo que solo tarda unos diez minutos. En especial, la escalera de acero y la red 4G le han abierto a la población local una ventana hacia un mundo inmenso.

22 de agosto de 2020. Turistas prueban la escalera de acero que conduce a la “aldea del precipicio”. Dong Ning

Mouse Wuha, el tío de Mouse Labo, viste una camiseta de maratón, tiene 45 años, pero todavía es fuerte. En julio de 2016, una inversión financiera de la prefectura y del distrito de un millón de yuanes se utilizó para construir la escalera de acero, compuesta por 2556 escalones soldados firmemente en el acantilado. Los 1500 tubos de acero, de más de 40 toneladas, fueron arrastrados a cuestas por los propios aldeanos.

Cuando Mouse Labo, conocido como el “volador de precipicios”, sube a la montaña, su cuerpo parece arrastrarse en la escalera de acero y trepa con sus manos y pies juntos. Su movimiento es tan ágil como el de un gato. Al bajar de la montaña, su centro de gravedad lo mantiene hacia atrás, y sus pies y piernas se mueven rápidamente, como si se deslizara por la escalera de acero. “No intenten imitarme. Una vez subí mi video en Internet y recibí millones de ‘me gusta', pero es un movimiento peligroso”, advierte. Como él recuerda, comenzó a trepar escaleras de mimbre a la edad de cuatro años y ha desarrollado esta habilidad durante 20 años.

Debido a sus años en Guangdong, Mouse Labo habla un mejor mandarín en la aldea y fue el primero en realizar una transmisión en vivo en Internet. A través del teléfono celular, Mouse Labo filma su vida pastoreando ovejas y ganado y trepando la escalera, y registra también las montañas, el mar de nubes y las cuevas kársticas. De esta manera, se volvió famoso. Transmitir en vivo en Internet durante media hora puede generarle más de 100 yuanes (15 dólares) de ingreso. Hace poco, comoinfluencer, Mouse Labo participó en una transmisión en vivo para la venta de productos de su pueblo natal como la miel, las nueces, las cayutanas, las naranjas, entre otros. Y todos son ecológicos. Sin embargo, debido a la lejanía de la aldea y al inconveniente servicio de transporte, le cuesta venderlos.

Proyecto turístico

A principios de 2018, debido a su geografía particular, el distrito de Zhaojue estableció una empresa para desarrollar el proyecto turístico de la “aldea del precipicio”. Mouse Labo se ha vuelto un famoso guía de turismo gracias a sus trucos al escalar la montaña y a su popularidad en Internet. La “aldea del precipicio” es ya una aldea conocida, visitada por muchos internautas atraídos por los videos en vivo de Mouse Labo. Sus pobladores han abierto pequeñas tiendas y, mediante la escalera de acero, pueden llevar desde refrigerios hasta botellas de agua a los viajeros.

El mayor cambio en la vida de Mouse Labo ocurrió en mayo pasado. Vestidos de traje tradicional para un festival importante, Mouse Labo, su padre de 75 años, su madre de más de 60, su esposa embarazada y sus dos hijos bajaron de la “aldea del precipicio” y tomaron un automóvil acondicionado por el cantón rumbo a su nueva comunidad y a su nueva casa. A la familia de Mouse Labo se le asignó una casa de 100 m2, equipada con camas, aparadores, mesas y sillas.

“La ‘aldea del precipicio' no desaparecerá ni la escalera de acero habrá sido construida en vano. Más adelante será la mayor atracción turística de Zhaojue”, indica Azi Aniu, secretario del comité cantonal del Partido Comunista de China (PCCh) de Zhiermo.

13 de mayo de 2020. Residentes de la “aldea del precipicio” trasladan muebles a sus nuevos hogares en el distrito de Zhaojue. Visual.people.cn